Existen metas a largo plazo que exigen esfuerzos por períodos de tiempo considerables, digamos ahorrar para cumplir el sueño de un viaje por toda Europa o comprar una casa lo suficientemente grande para toda la familia, por ejemplo. El saber que se están cumpliendo sueños hace que sea llevadera la idea de que habrá que reducir los gustitos por uno mayor al alcanzar el objetivo. Pero también existe otro tipo de ahorro que conviene hacer si se quiere tener un retiro, de la vida laboral, responsable y con total respaldo.
Hay quienes ven con un poco de recelo cuando, en planilla, su sueldo mensual sufre descuentos. Sienten que les quitan dinero y que no lo verán, pero esta perspectiva no está en todos, ya que también está un buen grupo de personas que reconocen que los porcentajes que se van a una AFP o a la ONP son muy necesarios para mantener un ritmo y estilo de vida estable después de la jubilación.
Al pasar los 65 años uno ya está en condiciones de jubilarse, pero si no has trabajado en planilla el tiempo suficiente, es probable que tu pensión no alcance para cubrir el total de gastos fijos que tienes mes a mes y al mismo tiempo tener un respaldo económico por si sucede alguna eventualidad, como un accidente o una enfermedad.
Para complementar la pensión de jubilación, hay algunos precavidos que ya empezaron a ahorrar por su cuenta desde temprana edad o desde sus inicios laborales. Para ello existen métodos como Depósitos a Plazo, Fondos Mutuos y Fondo de Jubilación, todos ellos con la opción de comprometerte a un ahorro fijo por un determinado periodo de tiempo.
Así como ahorrarías para cumplir el sueño de un auto o una casa, en donde te comprometes a hacer algunos sacrificios durante un tiempo para conseguir la cuota inicial y luego pagar las otras cuotas del financiamiento, para al fin disfrutar del fruto de tu esfuerzo, hacer viajes con tu carro nuevo o crear recuerdos en tu nuevo hogar. Del mismo modo deberías contemplar ahorrar para tu futuro, porque también es un sueño el tener un retiro y descanso para disfrutar de la familia o lo que más nos guste sin preocupaciones.